martes, 12 de junio de 2012

AGUA ACTIVA Comentarios de ayuda para personas con la mente muy activa cuando se quieren relajar.

Hace un par de años participé en un artículo en la parte de apoyo psicológico online de la fundación de Eduard Punset sobre mindfulness y ezquizofrenia. Personas hablaron que cuando tienen la mente muy activa, habiendo derivado en patologías o no, no consiguen relajarse o incluso las actividades como la meditación en estos casos se vuelven contraproducentes. Rescato esos comentarios hechos desde mi experiencia profesional pues creo que son aplicables siempre cuando nos encontramos muy activas/os y necesitamos acercarnos a un estado meditativo o de relajación, a un estado saludable que nos permita liberarnos de forma natural del estrés acumulado en nuestra mente, cuando nos lo esté pidiendo a gritos y no sepamos cómo dárselo. Les deseo que disfruten de su estado de paz y tranquilidad interior siempre que ustedes lo deseen. Publicación original en: http://www.fundacionpunset.org/apol/7823/mindfulness-y-esquizofrenia/


Sí, en los casos de tratamientos en centros termales observé como el efecto de los mismos generalmente relajantes ponían más nerviosos a determinadas personas con perfiles de actividad cerebral más compleja, recurrí entonces a centrar la atención en el tratamiento en sí haciendo partícipe a la propia persona de las cualidades y detalles que hacían que el tratamiento acabara consiguiendo relajar a la persona y que se sintiera mejor en su intensa actividad cerebral en esos casos en los que está tan activa en esa forma.













 Para estos casos, como para otros muchos en estos tiempos, la meditación si no estás acostumbrado es todo un caos, más cuando se está muy activo mentalmente y no se sabe mucho como controlarlo. Hay que empezar poco a poco. Los lugares con agua debido a nuestra composición química sirven de ayuda, permitir sentirnos en nuestro propio ser natural y relajarnos por etapas con tiempo hasta poder llegar a ese estado de máxima relajación, como todo lo bueno no es fácil y hay que dedicarse cuidadosamente para poder vivirlo, sentirlo y recuperar esa autoregulación de nuestra mente, meditar se vuelve un quehacer diario de lo más natural, incluso la propia mente lo pide como pide desayunar.